Pautas de crianza, desde la disciplina positiva

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Muchos padres y madres no saben cómo actuar en situaciones donde sus hijos e hijas hacen pataletas, se frustran, muestran agresividad y no quieren seguir instrucciones. En este post les comparto las mejores estrategias desde la disciplina positiva para educar a nuestros pequeños con amor, valores y principios para evitar conflictos y situaciones de descontrol emocional.

La disciplina positiva se basa en la colaboración,  el respeto y  el cariño, y en el desarrollo del niño de manera sana y feliz. Cabe mencionar que desde el punto de vista de este modelo no existen niños malos ni buenos, sino buen y mal comportamiento.

Para educar desde este modelo hay que recordar que se debe evitar la utilización de castigos físicos y verbales y alejarnos de la imposición de normas y pautas. Ya que el niño debe aprender y no obedecer.

Estrategias para educar desde la disciplina positiva:

– Elogia, felicita y celebra lo que te gusta y consideras conductas positivas de tu hijo/a. Conversa, evalúa, relata y revive aquellos momentos en los que el niño se porta de manera adecuada y positiva. Es una forma de reforzar las conductas que se quieren repetir.

– Dar rutinas. Establecer pautas habituales evitará conductas no deseadas. Si, por ejemplo, el niño sabe que después de jugar debe recoger y guardar,  puede entender que si un día no guarda los juguetes estará actuando mal y esto tendrá consecuencias que no le gustan y que deberá asumir. Por lo que, tratará de hacerlo bien.

– Control del adulto. El mal comportamiento se puede describir como una llamada de atención “mal realizada”. El niño entiende que le dedicas más tiempo cuando adopta posturas de este tipo. No prestes atención cuando el pequeño/a se comporte de manera inapropiada, en lugar de discutir con él. Así aprenderá que hay mejores maneras de comunicarse.

Hay veces que te puedes sentir enojado/a en una situación tensa con el niño/a, donde sabes que lo que ha hecho está muy mal. En esos momentos puede que sea difícil mantener la calma, pero es importante que como adulto no hagas aquello que no quieres que el niño haga. En estos momentos ayuda respirar profundo, contar del 20 al 1, salir a respirar aire fresco, cambiar de ambiente unos instantes y volver al niño cuando estés tranquilo. Si estás muy alterado y el pequeño también puedes dejarlo unos instantes al cuidado de otra persona mientras te calmas.

– Critica la acción y no a tu hijo/a: No generalices ante sus comportamientos: «es que eres muy grosero, eres mal educado, eres malo,». Frases de ese tipo sólo lograrán se convierta en eso que le dices y que se identifique con estas palabras. Alude a la acción: «fuiste grosero con esa persona, se sentiría mejor si te disculpas con ella, o no me gusta que tires las cosas al suelo.

– Elige tus batallas. Disminuye el número de órdenes excepto para aquellas cosas que sean más importantes. Céntrate en las cosas que realmente importan, pensando en cómo puedes ayudar a tus hijos a escuchar.

– Preguntar en vez de ordenar. Así nos aseguramos que el niño conoce la respuesta y le damos la libertad de hacer las cosas o no sabiendo las consecuencias de sus actos. De este modo el niño aprende a comportarse y no a obedecer ciegamente. Por ejemplo, ¿Qué toca hacer ahora? Y dejar que el niño responda.

– Utiliza un tono educado, respetuoso y positivo para realizar peticiones, debes preguntarte que si alguien te hablase de esa forma, si te sentirías bien. Es necesario evitar a toda costa el sarcasmo, las amenazas, la crítica, las etiquetas, las burlas o los gritos.

– Avisar con antelación. Antes de que acabe la actividad que está realizando ir diciéndole y recordándole que es lo que viene para que no le pille de sorpresa. Por ejemplo  avisarle que en cinco minutos más, va a salir de la tina de baño o después de irse de los juegos van a llegar a jugar a la casa a bañarse y a leer un cuento.

– Dar opciones de comportamiento. Dar a elegir el orden en el que quieren hacer las tareas que deben realizar. Por ejemplo, ¿Prefieres ducharte antes o después de cenar?

– Cuando hagas una petición si tu hijo no sabe desarrollarla, acompáñalo en el proceso para que seas su guía y sepa qué esperas de él en todo momento.

Tabla de recompensas. Establecer límites y reglas claros de manera escrita puede hacer que el niño vea de manera clara que se refuerzan una cantidad de acciones bien realizadas. Pueden hacerse solo con dibujos o imágenes para los mas pequeños y pegar una estrellas cuando cumpla lo que se le pidió.

– El ejemplo de los padres. Es la mejor técnica de disciplina positiva. Los niños imitan las conductas que les llaman la atención si no existen otras alternativas por lo que los padres han de actuar con coherencia para servir de modelo a los pequeños.

– Ayuda a tu hijo a expresar sus sentimientos, a entender sus emociones y a poder expresarse con las palabras adecuadas. Una buena comunicación es esencial. Muestra preocupación y empatía siempre que tu hijo se sienta desbordado por sus sentimientos. Recuerda que detrás de un mal comportamiento siempre hay una razón emocional en los niños.

 

Espero que estos consejos te sean de utilidad

Laura Bozzo Díaz de Valdés

Psicóloga

 

Referencias

www.etapainfantil.com

www.guiainfantil.com